JUSTIFICACIÓN

 


            En los últimos años se ha hecho evidente la necesidad de acometer una serie de cambios metodológicos en el aula. Dicha necesidad viene impuesta por la irrupción en la docencia del concepto “competencias clave” y la evaluación del alumno a través de las mismas. Los métodos tradicionales no parecen dar respuesta al perfil de alumnos que hoy en día ocupan nuestras aulas, los cuales necesitan desarrollar una serie de habilidades que les capaciten para ejercer nuevas profesiones emergentes a la vez que les permitan mostrar todo su potencial dentro de cualquiera de las llamadas inteligencias múltiples.
   

Con los métodos tradicionales, basados en la memorización, la repetición de modelos y la adquisición de conocimientos teóricos nos encontramos frente a un alumnado en general desmotivado y con poco protagonismo en su propio aprendizaje.

La evaluación y el trabajo por competencias resta espacio en el aula a la clase teórica tradicional en favor de una metodología en la que los alumnos pasan a ser el centro del proceso de enseñanza y “aprenden haciendo”, de manera que así desarrollan las competencias y habilidades necesarias para un aprendizaje efectivo en todos los ámbitos.

Y es aquí donde encaja la metodología ABP que estamos implementando en el IES San Isidoro. A través del aprendizaje basado en proyectos, los alumnos adquieren una serie de conocimientos y habilidades a través de un proceso de indagación e investigación estructurado mediante preguntas, tareas y productos, proceso que contribuye al desarrollo de las competencias clave en los alumnos, cada uno en la medida de sus posibilidades.

Así, la metodología ABP potencia en los alumnos la competencia lingüística, la competencia digital, el “aprender a aprender”, las competencias sociales y cívicas, el sentido de iniciativa, la conciencia cultural…al mismo tiempo que permite que el alumno desarrolle otras habilidades y destrezas tales como la búsqueda de información, la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad de análisis y síntesis, el espíritu crítico, la valoración del trabajo propio y el de los demás, el respeto y la tolerancia en la convivencia, etc…

La metodología ABP, por otro lado, está ya presente en algunos centros de educación infantil y primaria, y por tanto algunos alumnos ya están familiarizados con ella cuando se incorporan a la educación secundaria. En otros casos, los alumnos experimentan una especie de “vuelta atrás” al abandonar el trabajo por proyectos para sumergirse en una metodología más tradicional en la que dejan de ser el centro del proceso. En el IES San Isidoro pretendemos, al implantar la metodología ABP, darle una continuidad natural al procedimiento de aprendizaje que los alumnos han utilizado durante la educación primaria y así hacerles más confortable la transición a la educación secundaria. Si los alumnos que se incorporan a nuestro IES encuentran una metodología de trabajo que les es familiar, es probable que evitemos muchos de los problemas que se derivan de la incorporación a un entorno nuevo y desconocido para ellos, a la vez que obtendremos mejores resultados en su rendimiento.

Otro de los motivos que justifica la implantación de la metodología ABP en nuestro centro es que creemos en la necesidad de apostar por una enseñanza más TRANSVERSAL. Muchas veces tenemos la sensación de que en los institutos de educación secundaria se trabaja en compartimentos estancos, sin que en la mayoría de los casos se conozca qué y cómo se trabaja en los distintos departamentos didácticos. El resultado de esto es que los alumnos van adquiriendo conocimientos en las distintas áreas pero no son capaces de relacionarlos entre sí. La implementación de la metodología ABP nos permitirá abordar los contenidos de las distintas áreas como elementos que forman parte de un todo que es el proyecto, de manera que el alumno pasará de tener una visión compartimentada de lo que aprende a considerar que todo aquello que aprende está relacionado entre sí y por lo tanto su aprendizaje será SIGNIFICATIVO.

Desde el punto de vista del docente tenemos que apuntar también algunas ventajas, siendo la primera que la metodología ABP fomenta la colaboración y el trabajo conjunto entre departamentos y áreas distintas, contribuyendo así a una mayor cohesión en el claustro de profesores y favoreciendo el trabajo INTERDISCIPLINAR. Bien es cierto que en muchos casos supone un reto importante que involucra un cambio radical a la hora de concebir el trabajo en el aula, pero es un reto que asumimos convencidos de que son muchos más los beneficios que esta metodología nos puede aportar que las desventajas que nos puede suponer.

No obstante, el IES San Isidoro ya tiene cierta experiencia en aproximaciones metodológicas similares al ABP: fuimos centro pionero en la región en la implantación del Portfolio Europeo de las Lenguas, en donde el enfoque por tareas es esencial; por otro lado, también fuimos pioneros en la implantación del Bachillerato de Investigación y últimamente en la del Bachillerato Industrial, modalidades que conllevan una importante carga de trabajo a través de proyectos por su propia naturaleza.

La implantación de la metodología ABP en nuestro centro tiene, por tanto, una justificación que basamos en proporcionar a nuestros alumnos una formación global, interdisciplinar y significativa a través de la cual puedan adquirir las competencias básicas para el siglo XXI.


















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